Nueva terapia para caballos con laminitis crónica
Mediante una colaboración transdisciplinaria expertos de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia, del Instituto de Investigaciones Biomédicas de la UNAM junto con los Laboratorios de Especialidades Inmunológicas, hemos desarrollado un tratamiento para laminitis basado en el uso de trasplantes de células troncales mesenquimales de médula ósea, logrando tasas de recuperación del 90%, después de seis meses del inicio del tratamiento mientras que alcanzamos una recuperación del un 60% en casos de laminitis severas.
M. V. Z. MC Certificada Alma Angélica García Lascuráin
La laminitis es la enfermedad podal más severa que afecta caballos de cualquier raza y de cualquier actividad zootécnica. Comúnmente, la laminitis se desarrolla como un problema secundario a diferentes tipos de enfermedades como digestivas, respiratorias, genitourinarias y reproductivas que principalmente se acompañan de endotoxemia. Algunas enfermedades del sistema músculo esquelético que afectan uno o varios miembros, también pueden conducir a laminitis. Para que la enfermedad se desarrolle, se requiere de la interacción de factores enzimáticos, inflamatorios, isquémicos y metabólicos, y estos conducen a la pérdida del tejido de sostén del casco y como consecuencia provoca que la falange distal se rote o hunda dentro del mismo, dañándose así: venas, arterias y otros tejidos internos.
A pesar de la alta frecuencia de la laminitis (34% a nivel mundial) y de los gastos erogados por parte de los propietarios para su manejo terapéutico ($ 2400.00-15000.00 dólares anuales en laminitis crónica), hasta hace poco no existía un tratamiento efectivo para esta enfermedad en equinos. Se han desarrollado protocolos paliativos que se basan en el uso combinado de diferentes fármacos antibióticos, anti-inflamatorios, analgésicos, vasodilatadores, agentes anti-trombóticos y reológicos cuyos resultados han sido ineficaces. Esta situación culmina con el sacrificio de los caballos afectados (52%) debido al dolor severo y sufrimiento que causa esta enfermedad (ver cuadro 1).
Yegua raza appendix 11 años de edad, con laminitis crónica, antes del tratamiento con células troncales mesenquimales de médula ósea:
a) Yegua en decúbito continuo, se observan los signos de la cara que muestran dolor y sufrimiento, orejas hacia atrás, tensión en órbitas y párpados semi-cerrados.
b) Los ojos no enfocan el entorno, tensión en músculos orbiculares, tensión en músculos masticatorios, belfos contraídos, barbilla en contracción, ollares distendidos y tensos.
c) casco de la misma yegua con seños profundos, pinzas largas, exceso de crecimiento.
Yegua raza appendix 11 años de edad, con laminitis crónica, seis meses después de iniciado el tratamiento con células troncales mesenquimales de médula ósea:
a) La yegua ya no se encuentra en decúbito, deambula libremente, las expresiones de su cara se observan relajadas. Su mirada enfoca el entorno.
b) Casco sin presencia de seños, recortado.
Algunos de los signos observados en la fase aguda de laminitis son: elevación de la temperatura de los cascos, dolor severo, diferentes grados de claudicación, alternancia del apoyo de las manos en posición podal, resistencia del caballo al levantamiento pasivo de la extremidad, postración, rotación de falange distal o hundimiento y/o perforación de la suela del casco. Si la enfermedad toma un curso crónico, además de los signos anteriores, se observan deformación de la muralla del casco, formación de seños y sobre crecimiento de las pinzas, además se suma mal estado anímico, depresivo y físico del animal.
Caballo Cuarto de Milla, 8 años de edad, con laminitis crónica, antes del tratamiento con células troncales mesenquimales de médula ósea:
a) Se observa caquéxico, y los signos de la cara que muestran dolor y sufrimiento, orejas hacia atrás, tensión en órbitas, párpados semi-cerrados,
b) Los ojos no enfocan el entorno, tensión en músculos orbiculares, tensión en músculos masticatorios, belfos contraídos, barbilla en contracción, ollares tensos.
c) casco del mismo caballo con deformidad de la muralla, quebrado, resequedad, seños profundos, pinzas largas, exceso de crecimiento.
Caballo Cuarto de Milla, 8 años de edad, con laminitis crónica, seis meses después de iniciado el tratamiento con células troncales mesenquimales de médula ósea:
a) El caballo subió de peso, ya no se encuentra en decúbito, deambula libremente.
b) Las expresiones de su cara se observan relajadas.
c) Casco sin presencia de seños, recortado, mejor calidad de la muralla (se observa sitio donde se realizó una biopsia de tejido lamelar).
Dada la alta tasa de morbi-mortalidad de la laminitis equina y las pérdidas económicas que significa para los propietarios, desde hace cuatro años expertos de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia (Alma Angélica García Lascuráin y María Masri) y del Instituto de Investigaciones Biomédicas de la UNAM (Gabriel Gutiérrez Ospina), en conjunto con los Laboratorios de Especialidades Inmunológicas (LEI), hemos desarrollado un tratamiento basado en el uso de trasplantes de células troncales mesenquimales de médula ósea para los caballos que padecen laminitis crónica. En caballos con laminitis leve y moderada, hemos logrado tasas de recuperación del 90%, después de seis meses del inicio del tratamiento. Mientras que alcanzamos una recuperación del un 60% en casos de laminitis severas.
Debemos destacar que el trasplante de las células, mejora la calidad de vida del caballo pues disminuye el grado de dolor, de claudicación y temperatura de los cascos, al tiempo que mejora la calidad de la muralla del casco, favorece la formación de nuevos vasos sanguíneos y ayuda en la regeneración del tejido inicialmente afectado.
Es necesario estar consientes de que la recuperación del caballo que sufre laminitis crónica tendrá que acompañarse de un cambio en el estilo de vida, en conjunto con la terapia celular. El cambio en el estilo de vida incluye el recorte de los cascos y herraje ortopédico cada cinco semanas, alimentación de excelente calidad, cama abundante y eliminar el trabajo en piso duro. El propietario debe tener presente que son caballos que no regresarán a su actividad deportiva anterior, sin embargo por el alto valor estimativo y económico que éstos tienen, pueden seguir siendo caballos de estima y utilizarlos con fines reproductivos, principalmente los sementales, en los que se puede recolectar y congelar el semen. De esta forma, teniendo un buen manejo zootécnico junto con el tratamiento con células troncales mesenquimales, se mejorará la calidad de vida del caballo, permitiendo que pueda libremente moverse sin sufrimiento, sin estar postrado y confinado en una caballeriza.
Finalmente, debemos enfatizar, que un caballo que ha dado tanto de su vida y se ha convertido con su esfuerzo en parte de nuestros logros y alegrías, merece el trato más digno y humano posible, lo que permitirá darle una expectativa de vida más afable y nos deja devolverle en salud y dignidad algo de lo mucho que hemos disfrutado con su compañía. Este tratamiento evitará que lo último que veamos en ellos sea sufrimiento y dolor, sin embargo su rostro exprese hacia nosotros gratitud y la vitalidad que nos conectó con ellos inicialmente.
Si está interesado en tener más información sobre este tratamiento para laminitis, contáctenos en el correo electrónico:
teléfono 52 55 57532696 ext. 159